lunes, 19 de septiembre de 2016

La Renacida. En lo profundo del bosque

Llevo ya unas semanas con mi último proyecto de tebeo que me han impedido actualizar todo lo que quisiera el blog.

Y es que, tras La niña perdida (próximamente publicada en Harto! #7), decidí adaptar otras leyendas locales de mi pueblo, Serradilla.

  La Renacida es la segunda de estas leyendas (a la que seguirá una tercera con el título de La Compañía). La idea surgió tras ver El Renacido (The Revenant), la película de Alejandro G. Iñárritu que le valió a Leo DiCaprio conseguir finalmente su ansiado Oscar y que narra las vicisitudes de un trampero que tras ser atacado por un oso y dado por muerto por sus compañeros, sobrevive a infaustas experiencias que la naturaleza y el hombre le pone por el camino. La historia de La Renacida (de ahí también el título) es, salvando las distancias espacio-temporales y culturales, básicamente la misma. Una historia de supervivencia tras un suceso traumático que la lleva al borde de la muerte (no, no es atacada por un oso, sino por un animal más fiero y temible) y renace cambiada, con más fuerza y determinación. 

  La Renacida. En lo profundo del bosque (Ilustración)

La Renacida aúna varias leyendas propias de la Alta Extremadura (pero que como todos los mitos y con los consabidos cambios culturales, es universal), por un lado la leyenda local de Serradilla de La Tía Serrana (que tiene como elemento fundamental a su Cristo de la Victoria) y por otra la Serrana de Monfragüe. Ambas serranas, junto a las más conocidas de la Vera o de la Sierra de Tormantos, son versiones de un mismo mito, el de una mujer de extraordinaria belleza, experta cazadora, fuerza sobrehumana y otras características sobrenaturales que difieren según el lugar, y que ha sufrido un desengaño amoroso o una deshonra por parte de los hombres, que la llevan a refugiarse en el monte y vengarse de cuanto varón se cruce en su camino.

Viñeta de la página 11 de La Renacida

Como veréis, guarda varios elementos en común con la divinidad griega Artemisa y los mitos de las Amazonas ya que se considera a sí misma protectora del monte y cazadora, así como ejemplo de empoderamiento de la mujer, aunque sus criminales actuaciones le dan un deje negativo y monstruoso, pese a su belleza implícita.


Igualmente, la Serrana mitológica fue transformada en personaje literario por autores como Lope de Vega o Luis Vélez de Guevara, que tomaron la tradición oral para crear su propia versión romántica de la historia aportando elementos propios que ya poco tenían que ver con el mito original y creando un género literario en sí mismo, el de las serranillas.

En éste punto, mi versión hace lo mismo. Es decir, voy al material de origen (escaso, por cierto) y con ellos monto mi propia leyenda, creando una historia nueva que si bien, mantiene el eje central y diversas características originales, no es sino una amalgama de todas las serranas existentes con elementos de otros mitos y también propios añadidos, dando un especial énfasis a los escenarios y paisajes de mi tierra, la comarca de Monfragüe, aquí denominada con su antigua acepción de Monsfragorum. 

 La Renacida formará parte, junto a  La niña perdida y La Compañía de un volumen antológico, con el provisional título de Legendarium Serraillanu que, como ya indiqué recoge estas leyendas de mi pueblo, Serradilla bajo mi particular mirada. Visto lo atractivo del personaje, es obvio que haré más historias de ella en un futuro, uniéndola a otros mitos de nuestra Extremadura más misteriosa.

En fín, que la Serrana, La Renacida... ha vuelto para quedarse largo tiempo.